jueves, 15 de abril de 2010

Las cosas discretas


Como a lo largo de la vida algunos momentos pequeños toman una importancia máxima, también en la vida espiritual hay algunos detalles que pueden, en determinadas ocasiones, ser el único asidero al que podemos acceder para no desfallecer. "Todo es presencia y gracia" dice aquel himno. Y que reales se vuelven estas palabras cuando nuestros grandes proyectos se nublan y, durante un instante, nuestra vida toma un cariz mucho más intenso: cada día trae la posibilidad de una sorpresa, la incertidumbre es la principal nota de nuestro ánimo y el contacto con los otros parece más providencial que nunca.

Agarrar con fuerza estos detalles. Recibir el abrazo de la providencia, roto en mil pequeños fragmentos. Notarle en todo y en todos. He ahí el camino que se abre ante mí.


Juan Diego González,
C. Amén.

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