jueves, 28 de febrero de 2008

Orar con Jesús


San Agustín resume admirablemente las tres dimensiones de la oración de Jesús: "Orat pro nobis ut sacerdos noster, orat in nobis ut caput nostrum, oratur a nobis ut Deus noster. Agnoscamus ergo et in illo voces nostras et voces eius in nobis" ("Ora por nosotros como sacerdote nuestro; ora en nosotros como cabeza nuestra; a El dirige nuestra oración como a Dios nuestro. Reconozcamos, por tanto, en El nuestras voces; y la voz de El, en nosotros", Sal 85, 1; cf IGLH 7).”


Catecismo de la Iglesia Católica, 2616

jueves, 14 de febrero de 2008

Cuaresma: tiempo de conversión




Nos encontramos ante un nuevo tiempo especial, tiempo en el que sería bueno que nos pusiéramos delante de Dios y nos atreviéramos a mirarlo a los ojos, a acercarnos a su mirada y desde ahí pedirle que nos convierta.

Es la cuaresma un momento de acercarnos a nuestra debilidad de pecadores para pedirle al Padre que dispone de nuestro barro para lo que Él que quiera.

Estamos ante un tiempo de mirarnos dentro, allí donde nunca queremos mirar y reconocernos también en ese lugar.

En este tiempo de cuaresma disponemos de una excelente oportunidad para asumir nuestra cruz, de abrazarla, de asumirla como parte de nuestro camino cristiano. Si Jesús terminó sus días aquí, ¿donde pensamos que van a acabar los nuestros? Tenemos una ventaja y es que sabemos que después de la cruz está la resurrección, pero tenemos que tener claro que para llegar a esa resurrección prometida, tenemos que pasar por la cruz, por la oscuridad, por el fracaso de nuestra existencia….La cuaresma que ahora llega puede ser un buen momento para reflexionar acerca de todo esto.

Estamos llamados a convertirnos para que el mundo crea, estamos llamados a ser en el mundo un reflejo del Evangelio, estamos llamados a amar a todos y a todo como lo hizo Jesús, es la cuaresma un tiempo de amor “Si amamos sólo a los que nos aman ¿Qué merito tenemos?” Estamos llamados a poner en esta tierra el rostro de Dios.

Esta es nuestra cuaresma permanente asumir nuestra debilidad, aceptar la cruz, mirar a Dios y Amar.

Fragilidad

Desde Mayo viene pesando en nuestra pequeña vida comunitaria un conflicto laboral entre uno de nuestros miembros y la ONG (Proyecto Hombre Huelva) en la que trabaja. Todo a cuenta de la intención de María de trabajar a media jornada para poder cuidar de nuestros tres hijos. Durante un tiempo esto no generó problemas en la empresa, pero al negarse María a pasar al turno de tarde (ejerciendo su derecho a elegir su horario según marca el estatuto de los trabajadores), su director Victor Rodríguez, hasta entonces amigo nuestro y declarado cristiano y defensor de causas muy nobles, le dedicó palabras realmente increibles. Después de agotar todas las vías de mediación posibles nos vimos obligados a recurrir a los tribunales de justicia. Pero a pesar de la batalla ganada el pasado miércoles con la sentencia favorable a nuestra postura, la guerra termina de otra forma. Hace unas horas le han notificado su despido (reconocido como improcedente por Proyecto Hombre, indemnizándola con algo más de 6000 euros)
Lo peor, aparte de la inmensa decepción personal (la ambigua respuesta social es desazonadora), es que seguir denunciando solo nos generaría dejar de cobrar el sueldo y el paro, y hay pocas posibilidades de ganar una readmisión. Por eso, ante tanto sufrimiento, quizás lo más sabio sea dejar que aquellos que "no saben lo que hacen" parezcan vencedores a los ojos del mundo. Y como en la imagen, enfrentarnos a los espinos con la debilidad y la belleza como armas.
Gracias a todos los que nos han apoyado en estos meses.
Seguimos viviendo y trabajando confiados en Aquel que sufrió mucho más que nosotros y más injustamente.